viernes, 12 de septiembre de 2014

COMIC: Santy Gutierrez

Boceto
Como resulta evidente, los dibujos no nacen acabados. Antes de meterse en fases en las que los errores se pagan es el momento de divertirse equivocándose. Los bocetos son la búsqueda inicial, son apuntes rápidos de aquellas ideas que alcanzan el nivel de la consciencia. La imagen, la composición, el plano, las formas, la historia que contará el dibujo… todas estas decisiones se toman en este momento, mientras llenamos la libreta de ensayos y variaciones  hasta que encontremos aquello que nos haga decir “así será como lo dibuje”.
Lápiz
Para este tutorial no realicé el proceso previo de abocetar, simplemente cogí la herramienta y dibujé lo que quiso salir. Si se dibuja sin pensar qué va a salir a veces hasta el autor se sorprende de lo que puede aparecer en el papel. En este caso nació algo bastante convencional, un personajillo normal y corriente. Bautícenlo como quieran. Habitualmente en esta fase se suele emplear un lápiz estándar sobre papel, en muchas ocasiones los ilustradores nos inclinamos por emplear un lápiz azul, (por nostalgia quizá de los tiempos de las primeras películas de animación, ya que resulta fácil eliminar el azul sin tener que borrarlo. Borrar es una cosa a la que le tengo mucha antipatía).  De un tiempo a esta parte he abandonado casi por completo las técnicas tradicionales y dibujo directamente sobre una CINTIQ 21UX. Abro un documento, escojo un pincel tipo lápiz, color azul y dibujo en capa nueva. Marco las formas básicas que establecen el volumen y tamaño de las cosas y luego trazo el contorno que las une, finalmente añado los detalles que le dan personalidad.



Tinta
En mi caso no termino demasiado los lápices. Otros los trabajan tanto que me maravillo, pero yo no. Me gusta mantener la frescura y si trabajo mucho los lápices cada fase posterior va perdiendo espontaneidad; Se trata de que en cada fase el dibujo gane algo en lugar de que pierda algo (cosa no tan rara porque he oído en muchas ocasiones a colegas decir que les gustaba más el boceto que el dibujo acabado). Para mí la tinta es el dibujo en su máxima expresión y la etapa de la que más disfruto. Aquí me permito añadir cosas que no había marcado en los lápices, incluso cambio por dónde paso el trazo. Es al entintar cuando realmente “dibujo”. Con los lápices practicamente sólo compongo y encajo. Es ahora cuando defino. Como éste era un dibujo intuitivo, el lápiz salió bastante acabado así que en esta ocasión me limité a escoger las lineas que merecía la pena repasar. Entinto muy suelto y muy rápido; el control excesivo en mi caso me perjudica, me resta frescura. En la fase de tinta me preocupo de dónde poner más grosor o menos, dónde empiezo un trazo y dónde lo termino, pero muchas de estas decisiones las tomo de forma intuitiva (basadas en los años de práctica). Vamos, que me salen solas. Si algún trazo no me gusta, CTRL+Z, y lo repito.

Color base
Acabada la tinta elimino el lápiz azul: si era lápiz escaneado elimino el canal azul y listo, si era lápiz digital elimino la capa en la que estaba dibujado. Y me quedo con la tinta negra en una capa para ella solita. En capa aparte doy el color base: colores sin sombras ni volúmenes. Sólo colores planos. Busco combinaciones armónicas, no me interesa tanto un color individual como su relación para con los demás, tengo en cuenta tonos y contrastes entre colores (si no lo encuentro a la primera busco la mejor combinación variando los valores de la herramienta  tono/saturación). En este dibujo quiero utilizar los blancos del papel como parte del estilo por lo que no coloreo toda la superficie, reservo en blanco aquellas partes que se suponen más iluminadas. De nuevo estas reservas de blanco son intuitivas. Sólo si el trabajo requiere una luz realista me preocupo de buscar las incidencias de las luces directa e indirecta sobre el objeto. Aquí los golpes de luz no siguen un patrón realista, sólo estético, los pongo según mi criterio. No se aún de qué color poner la camiseta, lo dejaré para más tarde.

Luces y sombras
En este dibujo de estilo sencillo no busco sombras complicadas, sólo pondré algunas manchas básicas que ayuden a dar cierta sensación de volumen y hagan menos plano al personaje. Alguna sombra arrojada y listo. Utilizo un tono frío en una capa nueva en modo multiplicar. Ya he decidido el color de la camiseta, vuelvo a la capa de color base y la pinto.


Línea de color
En ocasiones no quiero una línea negra. Como la tengo en una capa aparte la coloreo para que se integre mejor con el tono general de la imagen.

Texturas
También en ocasiones, si queremos quitar un poco del frío que suele acompañar al color digital, podemos añadir alguna textura a la imagen. Las texturas aportan grano, algo de ruido, modifican el color plano, y esas imperfecciones dan calor. El trazo de lápiz coloreado, las reservas de blanco y las marcas de las pinceladas del color base sugieren que funcionaría bien una textura que simulara de alguna manera un color hecho con acuarela u otro medio líquido. Así que escaneo unas aguadas en papel de acuarela y las pego en modo multiplicar o subexponer con la opacidad que mejor funcione. En un vistazo final, antes de acoplar la imagen, decido si añado o modifico algún detalle. En este caso con un pincel suave en modo color varío ligeramente el tono del pelo, el brazo derecho y el hombro izquierdo. La firma y se acabó.